En iBalance clinic, fisioterapia y osteopatía en Las Arenas os vamos a hablar de alteración del menisco articular o del cóndilo mandibular Es la gran desconocida, más del 30% de la población la padece y la gran mayoría lo desconocen. Esta alteración del menisco articular o del cóndilo mandibular ( trastornos de la Articulación temporomandular) para algunas personas no origina ningún malestar, sin embargo, en otros casos el tragar, comer y hablar puede convertirse en un auténtico suplicio por el dolor que ocasiona.
La articulación temporomandibular (ATM) tiene como funciones la masticación, la deglución y la fonación. Es la articulación más utilizada del cuerpo, responsable de abrir y cerrar la boca. Gracias a ella, la mandíbula se articula con el hueso temporal del cráneo, delante del oído y bilateralmente.
Las superficies articulares están representadas por el cóndilo de la mandíbula, por la cavidad glenoidea y el cóndilo del temporal. Entre ambas superficies articulares se emerge en la cara superior un disco articular entre el cóndilo de la mandíbula y la fosa mandibular, se denomina menisco articular. Esta articulación al igual que el resto también posee un sistema ligamentoso que la refuerza. A su vez posee un sistema muscular potente que permite realizar movimientos de apertura, cierre, protrusión, retropulsión y diducciones laterales.
Son muchas las causas que pueden provocar una disfunción en la ATM, a continuación os presentamos algunas de ellas:
▪Tensión excesiva de la musculatura mandibular y craneal.
▪ Malas oclusiones dentales.
▪ Alineación defectuosa de los dientes superiores e inferiores.
▪ Posición o desplazamiento anormal del cóndilo mandibular o bien del menisco articular.
▪ Desplazamiento del cóndilo mandibular por traumatismos.
▪ Procesos degenerativos de la articulación.
▪Tensión emocional y estrés.
▪Bruxismo
▪ Contracturas musculares prolongadas por malas posturas
▪Tratamientos dentales: empastes, extracciones, ortodoncias, implantes, colocación de fundas…
▪Procesos de artrosis de la articulación temporomandibular.
Esta disfunción puede provocar una gran variedad de síntomas que van desde un dolor agudo y crónico dentro o delante de los dos oídos que se irradia a la cabeza, cara, piezas dentales, mandíbula, boca, garganta, nuca, cuello, hombros y brazos. El paciente también puede sentir ruidos articulares tales como chasquidos y crujidos así como zumbidos o pitidos en los oídos.
Por otro lado, la alteración de esta articulación puede generar problemas funcionales como articulares, musculares (no poder masticar, contracturas); oclusales (apretar o rechinar los dientes) y óticos (taponamiento, vértigo y acúfenos). Es habitual que altere el posicionamiento de la lengua, provocando incluso una deglución atípica.
Y finalmente otros problemas que aparentemente no nos harían pensar en la ATM pero que también pueden ser generados por alteraciones en esta articulación son el adormecimiento facial, molestias visuales, pérdida de audición y neuralgia del trigémino (por irritación de una o varias ramas del Nervio Trigémino).
En ocasiones el cóndilo mandibular o bien el menisco articular se pueden luxar, lo cual generaría espasmos de la musculatura craneal e intrabucal, así como adaptaciones del resto de los huesos craneales o del macizo facial. Estas adaptaciones pueden continuarse con la columna cervical, las estructuras supra e infrahioideas, los hombros, la columna torácica y lumbar o incluso la pelvis.
Por lo tanto podemos encontrarnos con una cadena lesional descendente, partiendo del mal posicionamiento temporomandibular y pudiendo generar lesiones adaptativas en todas las estructuras del cuerpo humano situadas por debajo de esta. O igualmente podemos tener un problema podal o de una pierna corta que nos genere una cadena lesional ascendente provocando adaptaciones en las estructuras anatómicas situadas por encima, incluyendo la mandíbula.
Tal y como hemos explicado a lo largo del artículo, un problema en la articulación temporomandibular va a influir en cualquier aspecto de nuestra estática, pudiendo acarrearnos problemas como los que hemos mencionado anteriormente.
No lo dude, es importante que acuda a su odontólogo con el fin de subsanar caries, extracción de piezas dentales, problemas de encías, entre otras muchas cosas. Pero igual de importante será acudir a su osteópata para que valore el estado de su ATM, y pueda dar solución a esos problemas de mala oclusión, alteraciones de la musculatura mandibular y craneal o incluso trastornos que se presentan con dificultad o dolor en la apertura de la boca entre otros.
Una vez más destacar la importancia del trabajo multidisciplinar del odontólogo y el osteópata e incluso de los logopedas, conociendo cada uno cuál es su labor y sabiendo hasta donde pueden llegar.